La historia de la rana
Había una rana llamada Saltarina que no paraba de moverse por el campo, siempre estaba descubriendo cosas nuevas, nuevos amigos y un día saltando por ahí ve un gran surco seco que había hecho las ruedas de un tractor y descubre de dentro de él hay una rana recorriéndolo.
SALTARINA: Hola, ¿qué tal como te llamas?
Y la otra rana le contesta: Conformín.
SALTARINA: Ahh. Hola. ¿Y qué haces ahí abajo?
CONFORMÍN: No puedo subir, está un poco alto para mi.
SALTARINA: Deja que te ayude.
CONFORMÍN: No, no te preocupes.
SALTARINA: Pero aquí arriba hay más comida. Venga que te ayudo.
CONFORMÍN: No de verdad, aquí también hay comida.
SALTARINA: Ya, pero seguro que aquí hay cosas más apetitosas. Además hay mucho más espacio y puedes explorar, corretear, saltar…
CONFORMÍN: Déjame tranquila, aquí tengo todo el espacio del mundo.
SALTARINA: Bueno sI tú lo dices… Pero aquí arriba encontrarás muchas más ranas con las que relacionarte.
CONFORMÍN: De vez en cuando baja alguna aquí y si no puedo gritarles y seguro que acuden mis amigas de arriba.
Finalmente y desesperada Saltarina abandona su empeño por ayudar y se va dando brincos.
Al día siguiente y ante su sorpresa se encuentra por el campo a Conformín brincando a su lado.
SALTARINA: Oye Conformín!!! ¿Qué haces tú por aquí? ¿Cómo es que has salido de tu surco?
CONFORMÍN: Porque venía un camión y no me quedó mas remedio. Puffff….
Moraleja: Algunas personas necesitan un equivalente a un camión para moverse. Otras en cambio, aunque se sientan satisfechas creen en la mejora continua, creen que para cambiar no es necesario llegar a sentirse mal o desesperado, quieren dar lo mejor de sí mismos y quieren lo mejor para ser cada vez mejores. SAL DE TU ZONA DE CONFORT!!!
Sonia Navajo
Fundadora Crea-t
Escribir un Comentario
Tienes que restar registrada para publicar un comentario