Ojala mis padres me pusieran limites

“Ojalá mis padres me pusieran límites”. Esta es la frase que me dijo hace unos días una clienta de 21 años que me impactó. Me comentaba que desde que tenía 18 años sus padres ya no le quitaban el cable del ordenador al acostarse. Ahora puede estar enganchada al ordenador hasta las 4 o 5 de la mañana y luego se despierta a eso de las 13.00 muy cansada y sin ganas de hacer nada. Lleva más de dos años sin salir de casa.

¿Qué está pasando en la sociedad actual?

Nos referimos a los jóvenes como si fuesen los responsables de no estudiar y no trabajar en muchos casos. ¿Pero quien es el responsable?

Cuando decidimos tener hijos es porque tenemos claro que es una responsabilidad para toda la vida y puedo asegurar como madre de tres hijos que educar a los niños no es una tarea fácil y hay que tener constancia día a día.

Hace poco me decía una colega, psicóloga responsable de la unidad de trastornos alimentarios de un hospital, que lo que tenemos que retomar son las comidas en familia. Que nos sentemos todos en torno a la comida y comentemos cómo ha ido el día y qué vamos a hacer mañana. ¿Cuantas familias hacen esto?. Hoy en día lo que me encuentro en consulta son familias donde nadie ya ni siquiera cocina, directamente cogen algo de la nevera y ya está.

Es importante que nosotros como padres les inculquemos a nuestros hijos ciertos valores que les hagan crecer con un equilibrio emocional y una buena autoestima. Esto sólo podemos hacerlo con el ejemplo, en el día a día.

Ahora la comunicación entre padres e hijos cada vez es menor.  No hay tiempo y cuando estamos todos juntos es el momento de papi y mami, o en la tele hay un programa de los nuestros, o simplemente vengo cansado….. Es crucial conocer cómo se siente tu hijo en cada momento, cuales son sus miedos, inquietudes, ilusiones, fracasos, triunfos, todo…. Hacer a diario esta pregunta a vuestro hijo ¿Cómo te sientes hoy? Y si te dice bien, le preguntas ¿Y hoy que significa bien?. Es importante que le tendáis la mano de la comunicación y de la confianza para generar en él seguridad. 

Establecer los límites a nuestros hijos es algo que le da seguridad. Todos nosotros tenemos límites en nuestro trabajo, en las leyes, en el código de circulación, etc. Y por qué nos cuesta tanto ponerlos a nuestros hijos. La verdad es que cuesta mucho, sobre todo si estos no les gustan, pero es necesario para ellos. La mejor manera es prescribir los límites de manera concisa y clara y a partir de ahí si no los cumplen que sepan que habrá una consecuencia. Y por supuesto cumplirla. Por nuestra educación necesitamos límites en todas las edades, aunque tendremos que ir ajustándolos en función de la edad. A un adolescente no le puedes prohibir todo, porque entonces lo deseará con más fuerza, hay que ser intransigente en aquello que atente contra su salud y equilibrio mental fundamentalmente.

Genera entusiasmo. Algo que en España hacemos muy poco. Felicita y muestra tu entusiasmo por cada cosa que consiga tu hijo y lo haga bien o casi bien. Anímale continuamente en lo que merezca reconocimiento. Si saca un 6 en sus notas pero se ha esforzado mucho le debes felicitar más que si saca un 9 y no ha trabajado.

A su vez es importante enseñar a tu hijo a equivocarse. También hay muchos padres que tienden a sobreproteger a sus hijos. Como mejor se aprende es con el error. Le tienes que enseñar a elegir lo que desea hacer y tras ello encontrar la consecuencia.

 Dedica a cada hijo tiempo de calidad. Haz con él algo que realmente le apetezca, le guste. Queda con él un día una hora para hacer algo exclusivamente con él. Y esto lo debe hacer cada padre. Es tan importante pasar tiempo a solas con cada hijo, igual que en familia.

Simplemente dedicar unos minutos al día a pensar en qué necesita tu hijo y si ves que algo no va bien y no sabes cómo hacerlo mejor acude a un profesional para que te ayuden a coger el camino.

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Sonia Navajo

Fundadora de Crea-t